Si alguna vez has soñado en andar por las copas de los árboles este es el sitio sin lugar a dudas donde podrás hacerlo realidad ya que una de las características de la zona es el paulatino enterramiento por parte de las dunas de la vegetación como consecuencia del viento recio del sur-oeste. El terreno de dunas fósiles abarca junto con lagunas y zonas húmedas desde Matalascañas hasta Mazagón.
El viento empuja a la arena hacia el norte, lejos de la humedad de las playas. Un pequeño número de especies de plantas, sirven de barrera a la arena, que se acumula en torno a ellas en pequeños montículos llamados dunas embrionarias, estas pequeñas dunas van creciendo gracias al continuo aporte de arena procedente de la playa, para construir la primera línea de dunas propiamente dichas que discurre paralela a l largo de los 32 Km.
Se pueden contar hasta 6 de estas líneas de dunas. Los huecos entre ellas son colonizados por la vegetación, Pero los pinos piñoneros y los enebros no son suficientes para parar el avance de las dunas, por lo que los primeros son simplemente enterrados por la cabeza de la duna (aquí es donde camine por las copas de los árboles literalmente, no resulta mágico?), mientras que los últimos se han adaptado a sobrevivir gracias a una especie de raíces flotantes, que les permiten cabalgar sobre las dunas.
Las dunas se mueven a un velocidad media estimada de 3-6 metros al año y la más alta se eleva hasta unos 35 metros sobre el nivel del mar conocida como Cerro de los Ánsares, la duna móvil más emblemática del Parque Nacional.
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